Ambientes seguros
Aseguramos que el alumno da sentido a lo que aprende cuando conoce, comprende y transforma el entorno que le rodea. Fomentamos aprender a amar y elegir el bien, optando libre y
responsablemente por la virtud, buscando ser don para los demás. Aprender a vivir y servir, valorando y cuidándose a sí mismo, potenciando los dones recibidos y saliendo al encuentro de los demás.
En bachillerato se personaliza el aprendizaje de cada alumno con metodologías CAR
(cooperativas, activas y reflexivas) que retan, estimulan y potencian sus diferentes capacidades, a través de trabajo colaborativo, resolución de problemas, proyectos formativos, debates,
transversalidad de las disciplinas, entre otros, impulsando lo mejor de cada uno para alcanzar sus metas y transformar positivamente su entorno, consciente de su responsabilidad personal y
compromiso con la sociedad.
A través de talleres de competencias personales, comunicación asertiva, liderazgo y la transversalidad en la vivencia de las virtudes, buscamos promover que el alumno, mediante un trabajo de interiorización personal, continúe desarrollando y conformando su autoconciencia; su autoconocimiento y su autodeterminación, permitiéndole movilizarse así hacia su madurez afectiva.
Derivado de este desarrollo, pretendemos que el alumno sea una mejor persona para sí mismo y, por lo tanto, logre potenciar y desarrollar su capacidad de autodonación (entrega y servicio a los demás). En este proceso, descubrirá que, en el encuentro con los demás, podrá verdaderamente trascender y cumplir la vocación al amor a la que todo ser humano está llamado.
Buscamos que los alumnos aprovechen la tecnología eficaz y eficientemente como herramienta para incrementar su productividad, desarrollar su creatividad, comunicar ideas y aprender colaborativamente, sin olvidar la responsabilidad que conlleva el uso de las mismas.
A través del uso de la tecnología educativa, la robótica y la metodología STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts & Math), fomentamos que los alumnos la vean:
Como recurso útil y necesario para el aprendizaje.
Como un medio para desarrollar competencias digitales.
Para sentar las bases tecnológicas para los siguientes niveles educativos.
En bachillerato, los alumnos que egresan demuestran, en pruebas estandarizas, un excelente manejo del idioma obteniendo un nivel C1, es decir, un nivel avanzado en el que los alumnos son capaces de expresarse con seguridad y fluidez en ámbitos complejos relacionados con el estudio y el trabajo.
Educamos en todo momento, espacio y ambiente. Cualquier oportunidad, dentro y fuera del salón de clases, se aprovecha para desarrollar una intervención educativa-formativa. Contamos con diversos recursos que nos apoyan en este proceso:
Ambientes y espacios formativos, flexibles, interactivos y colaborativos, que propician el aprendizaje personal, trascendente y comunitario.
Materiales educativos físicos y digitales, que ayudan a potenciar las capacidades del alumno según el perfil de egreso esperado.
Tecnología educativa, con la que se favorece la investigación y la producción de contenidos y soluciones
Los alumnos realizan actividad física deportiva que favorece a su desarrollo físico y mental, así como a ser conscientes de los hábitos de auto cuidado de la salud, nutrición, descanso, valores, socialización, seguridad, respeto de reglas y la formación del carácter.
En bachillerato, nuestros alumnos desarrollan un rendimiento óptimo en las actividades físico-deportivas, mostrando una gran capacidad resolutiva y liderazgo en la toma de decisiones, reconociendo las condiciones, normas y reglas del entrenamiento y competición.
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